Creo
que el sitio en el que vives hace a las personas lo que son. La relación
que tienes con ese sitio en el que creces es la piedra angular de tu
ser. No importa si vives en un apartamento pequeño en una ciudad densa o a
cientos de kilómetros en el medio de la nada. Cuando esa relación se
corta, la identidad se pierde. HomeLands
comenzó como un proyecto documental, para grabar la tierra donde crecí antes de
que las máquinas grandes la borraran. He estado regresando a Indiana
varias veces al año durante los últimos diez años para recorrer senderos y campos
en los que jugaba cuando era niño, buscando los restos del mundo que una vez
conocí. Estas ruinas fueron mi patio de recreo y también mi primera
lección de historia. Al recorrer los mismos lugares una y otra vez, pude
ver cómo la tierra se aferra a los recuerdos mucho más tiempo que la
gente. Y cómo se crean nuevas identidades.
¿Pero
qué sucede cuando el cambio viene del exterior? Los bosques y los
acantilados de piedra caliza se están convirtiendo en hormigón, acero y asfalto.
Esta transformación anula vidas pasadas. Ya no pienso en las tierras de
cultivo; sino en cómo me siento al ver que lo que fue mi casa se desvanece
lentamente. No intento registrar el pasado. En cambio, mis paseos se han
convertido en una meditación. Cuando mi familia y mis amigos miren hacia el
nuevo paisaje, no verán las casas que han construido. Ellos no se verán a
sí mismos. ¿Quién será el extraño entonces, la tierra o la gente que lo
recuerda?
Fotos y texto:
Robb Hill
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